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miércoles, 11 de diciembre de 2013

El triunfo de Pdvsa


           El país amanece en claroscuro. Los matices que pintan la escena nacional son grises, opacos, sin mayor destello de triunfo que en aquellos municipios donde luego de dos años de intensa campaña, se le arrancó la alcaldía a un oficialismo que se sentía poseedor de ella. 5.494.356 personas que participaron el 8D, votaron por candidatos distintos a los del gobierno. 412.977 votos fueron contados como nulos. Dificulto haya realmente tal cifra de electores fallidos que ignoren el proceso tomando en cuenta el festín de elecciones en Venezuela desde que estos señores llegaron al poder en 1998.
            Me referiré puntualmente al nuevo panorama en el estado Anzoátegui, región que en abrumadora mayoría apoyó a la oposición el 14A y que ahora viste de rojo de pies a cabeza.
            Aún en una escena donde en casi todos los municipios el chavismo se presentó dividido, triunfó. Y nos preguntaremos ¿cómo? Aquí algunos aportes a la opinión pública.
            Primero, el margen de abstención nacional promedio fue de 42% al cierre de la elección. Es decir, solo 58% de los votantes participaron, ubicando la disputa en el terreno de la movilización, escenario donde la oposición la tendrá siempre más difícil por la falta de recursos. Segundo, Anzoátegui fue uno de los estados que semanas antes los economistas destacaban como regiones que compraron la idea evangelizadora de que el gobierno hace bien al luchar contra la especulación rematando los inventarios de empresas en las que los precios inaccesibles dejaban al pobre sin electrodomésticos. Tercero, una corporación formada por el poder ejecutivo regional, órganos legislativos, poder judicial, medios de comunicación, programas sociales e instituciones, entregada en cuerpo y alma a los candidatos del gobierno sin ningún tipo de vergüenza en sus exhibición de ventajismo. Cuarto, un line up de candidatos “tercera vía” pagados por contratistas del gobierno que hicieron su trabajo en restar votos a la oposición y asegurar cerradas victorias (Ejemplo: Bruzual con Manuel Castellano y Simón Rodríguez con Ernesto Paraqueima). Quinto, Pdvsa dedicada al ejercicio de la jefatura de campaña y no al negocio petrolero.
            Son estos los factores más destacados a la hora de analizar la pérdida de un estado que desde 2010 se declaró sólido opositor al gobierno. Sobre el quinto y último elemento, vale destacar la supremacía de los “Pdvseros”. No sólo en la tarea de financiar la campaña y luego participar en las cerradas licitaciones que designa el alcalde enchufado, sino que ahora son candidatos y nuevos alcaldes.
            Veamos: En Barcelona ganó Guillermo Martínez, ex secretario de gobierno que nunca prescindió de su investidura para hacer campaña y ex miembro de la gigantesca nómina ejecutiva de Pdvsa (uno de esos dirigentes rojos que se refiere tras bastidores despectivamente del gremio de periodistas de calle como “juvenil y mediocre”). En Lechería la candidata María Escar igualmente viene de años de carrera en “la nueva Pdvsa”. El ahora alcalde de PLC, Magglio Ordoñez, recibió cuantiosos apoyos de quienes suministran servicios en la Refinería de Guaraguao al igual que el alcalde Marín en Guanta quien vuela más alto hasta llegar a Rafael Ramírez. Jesús Figuera en El Tigre fue hasta hace par de meses gerente Pdvesero. Daniel Haro en Cantaura contratista de Pdvsa Gas y el padrino de la campaña de Marcos Ramos en Anaco fue Neite Caliz, gerente del distrito Pdvsa Gas en ese municipio. De igual manera los reelectos Carlos Vidal (Soledad), Tomás Bello (Pariaguán) y Cruz Ojeda (Mapire) contaron como motor de campaña con las empresas contratistas de la Faja Petrolífera del Orinoco.
            ¿Quién es el real ganador de la contienda en Anzoátegui? Se ha dado paso a una nueva clase de dirigentes, todos provenientes de un linaje que ha corrompido la principal industria nacional hasta llevarla a niveles decadentes. Todos copartícipes y focas de este desastre de gobierno, así como miembros de número del Clan de los Enchufados.
De nada vale saber que el pueblo está en contra del gobierno de Maduro si eso no se traduce en nuevos espacios de poder para fortalecer la alternativa. Existe pues, un divorcio entre el contexto, la estrategia y los resultados ante el abuso. Apelo para resumir esta tesis, una cita de un trabajo especial del diario El País de España publicado el día 9 de enero: “Queda la sensación de que la oposición equivocó la estrategia al desactivar la protesta popular en abril”. Sobre esta idea hablaremos en nuestro próximo artículo.


Ángel Arellano
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miércoles, 4 de diciembre de 2013

Por todo lo que sabe: vote



          Comienzan a llegar los cotillones electorales a los centros de votación de todo el país y arrancan de un solo plumazo los pupitres a los alumnos en este ya bastante accidentado año escolar. Si la educación fuera prioridad en Venezuela, se tomarían previsiones mayores para no tener que descuartizar el poco tiempo que tiene la siembra en las aulas de clases.
            Redactamos algo tarde el artículo de esta semana porque cuando iniciamos estas letras, un apagón, o más bien un autoapagón, crispó el acto. Minutos después las redes sociales nos informaban que la oscuridad se había extendido en más de 14 estados. Algunos medios de comunicación alegaron el martes siguiente que fueron en total 17 estados sin luz, aunque el gobierno en su “extraño” reporte oficial, indicó que solo fueron 10 entidades las que tuvieron interrupción del servicio eléctrico.
            Y así pasan los días, en esta zozobra que trasciende en impotencia colectiva por nunca contar con la verdad de primera mano. Los venezolanos tienen mayor calidad informativa con medios extranjeros que con el periodismo nacional, por una sencilla razón, el veto prolongado que las fuentes oficiales le hicieron a los medios de comunicación privados hace ya unos 13 años.
            Vivimos una Venezuela de aproximaciones, de supuestos, de intentos, de piedras fundacionales pero no de hechos concretos y reales. Cada obra de envergadura se llena de obreros y maquinarias cuando se acercan las elecciones. Al pasar el día D, apagan los motores y continúan la carroña al botín. Proyectos que se han pagado en su totalidad tres o cuatro veces y no aparece una sola cabilla en el terreno planteado. Insumos que nunca llegaron a los hospitales, cisternas que se quedaron en la vía, postes que jamás alumbraron las calles, patrullas estacionadas quien sabe en qué depósito, dotación que ni por casualidad aterrizó en las escuelas y transformadores que llevan corriente a grandes fincas de nuevos magnates enchufados pero no a las zonas rurales que vuelven al abandono de principio del siglo pasado.
            Esa es la foto del país que tenemos hoy. Destrozado, saqueado, con una inflación que se tragó navidad y Niño Jesús de un solo bocado. Una escasez que sacó de la mesa nuestra tradicional hallaca así como la inseguridad quitó la silla de miles que ya no nos acompañan. ¿Qué razón tiene un venezolano de a pie para estar satisfecho con su calidad de vida? ¿Cuál argumento usa una madre o un padre para decirle a sus hijos que todo está bien? ¿Dónde está ese futuro que claman los jóvenes trabajadores o universitarios? Sencillamente el gobierno no puede ver a la cara a nuestro pueblo y dar esa respuesta porque está dedicado en maltratar, humillar, insultar, perseguir y sabotear la vida democrática de este país.
            La herramienta más grande, el arma más poderosa, el instrumento clave para movilizar todo ese descontento masivo es acudir a votar y dar una nueva lección a los ilegítimos odiadores que usan Miraflores como salón de fiestas. No hay trampa ni maña que pueda con una avalancha de votos que de un súbito golpe de timón. Votar, votar y votar. No dejar a nadie en las casas, en la calle, en la cuadra, en el barrio. Si queremos cambio hay que participar decididamente, en un ejercicio heroico que sólo las nuevas generaciones lo agradecerán porque la historia valorará lo que significó que el bravo pueblo de esta nación de próceres, no se dejara apabullar más de un lustro por estos sinvergüenzas.
            Sepan ustedes apreciados lectores que solo votando todo el mundo tendremos un fin de año esperanzador. La dirigencia opositora se prepara férreamente para activar cualquiera de los vehículos constitucionales, legítimos a cabalidad, para producir un reemplazo a este gobierno corrupto, ineficiente, colmado de esbirros y de una locura enfermiza por acabar con Venezuela y los venezolanos. No podemos llegar a seis años de esta comiquita que apena. Por todo lo que usted ya sabe y siente: vote.


Ángel Arellano
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miércoles, 27 de noviembre de 2013

La mentira transpira


            Ya están haciendo aguas los inventarios e inicia la resaca consumista. Las colas comienzan a flaquear porque cada día son menos productos que hay para comprar. Los grandes homenajeados con el mini bajón de la inflación en algunos establecimientos a punta de pistola, fueron las mafias que compraron cuanto pudieron para revender en los próximos meses a 5 ó 6 veces el precio todos esos aires acondicionados, neveras, lavadoras, equipos de sonido, televisores y cuanto pudieron adquirir en la estampida del “sálvese quien pueda”.
            No dejaremos por fuera a los enchufados, principales promotores y patrocinantes de estas prácticas fraudulentas, acaparadoras, delictivas. ¿Será que Maduro ahora manda a saquear los depósitos encubiertos de  buhoneros y principales colaboradores contratistas que sacaron cuanto efectivo pudieron para poner un ejército de personas que por cuatro lochas compraban lo que quisieran para llevarlas al jefe?
            Se corrompió a tal nivel el mercado, hemos venido diciéndolo sostenidamente, que el próximo año cuando salga el pueblo a comprar un aire acondicionado por las insoportables olas de calor, no encontrará ni un ventilador. La inflación baja por las escaleras y sube por el ascensor, una teoría milenaria que Miraflores no comprende porque no cuentan con un solo economista en su repertorio de enchufados, y cuando lo tuvieron, fue uno de esos que nace cada 100 años con las telarañas pegadas desde el útero y con ansias de pasar a los libros negros de la historia patria.
            Preguntaba al público el diputado Alfonso Marquina en una reciente asamblea con su par Carlos Andrés Michelangeli en un empobrecido barrio de Barcelona: “¿será que un blu-ray a precio regalado va a resolver los problemas del pueblo?”. Quisiera el gobierno que sí, pero con los inventarios tocando fondo cualquier show televisivo quedará desmontado la próxima semana y se encontrarán más vulnerables que nunca del desprecio popular. La escasez se mantiene en el sector alimentos, recordemos para quien todavía tiene la santa voluntad de votar por el gobierno que 20 de cada 100 productos no se encuentran en Venezuela y vamos para cinco años haciendo colas para comprar elementos básicos de la dieta nacional.
            Ante la arremetida mediática del oficialismo encadenando por cada acto intrascendental, rebasando incluso el número de horas en pantalla del difunto, la oposición ha quedado desde hace un par de meses con un cerco que representa nuevos retos para convocar el descontento. Sin embargo, cada necesidad se responde con un planteamiento: la lucha ha seguido por otros medios en los que el gobierno tiene debilidad como internet, redes sociales, telefonía celular. El consumismo que estimuló Chávez en sus 14 años de petro-despilfarro dotó a la población venezolana con millones de celulares inteligentes, que conectados a nuestra débil plataforma de internet (comparada con el promedio en Sudamérica), han significado la nueva pesadilla de los rojos rojitos. La tropa, la guerrilla comunicacional, la difunda hojilla, y la Iguana TV, han sido gigantescas nóminas de pasantes que trabajan 24/7 para posicionar los mensajes de la Revolución con perfiles, cuentas y personas fantasmas. La mentira transpira y huele podrido, a ese aroma nauseabundo de los miles de contenedores de Pudreval.
            El secuestro de Alejandro Silva, los cabillazos a once seguidores de Chocchiola en su llegada a Valencia, el asesinato a un candidato a concejal por la MUD en el Zulia, el amedrentamiento contra periodistas, bloqueo de divisas a periódicos y emisoras críticas, es el accidentado preámbulo al escenario de sicariato que por los síntomas de este cáncer, implementará Maduro en breve. Simonovis es prueba fiel lo que es capaz el chavismo para humillar y sembrar miedo, pero el terror nunca vence. Cuando Hitler estuvo en la aurora de su poder convocando a las masas a la guerra sin tregua, cayó.



Ángel Arellano
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miércoles, 20 de noviembre de 2013

La carta suicida


          Como última bocanada ante una enfermedad que no mejora, Miraflores ha decretado subastar los cachivaches que quedan en el estante ante la opinión pública a través de cadenas nacionales que llaman al saqueo y a la guerra pueblo/comerciantes. A punta de pistola Maduro aspira bajar los precios de manera estrepitosa para llegar a orillas inciertas el 8 de diciembre. La mal herida economía de la “Patria querida” sigue a la gestión del hombre del pajarito en sus finales suspiros antes del quiebre final.
            A lo largo de estos 15 años en revolución, los economistas se han paseado por diferentes escenarios y todos calificados como “el peor momento” que vive el país. Vale preguntar ¿es este en verdad el peor momento? De 1999 para acá con el radicalismo político, la constituyente, nueva distribución de fuerzas partidistas, mayoría oficialista en el parlamento en 2005, barril del petróleo por el cielo, reelección de Chávez en 2006, crisis alimentaria de 2009, crisis eléctrica de 2010, crisis penitenciaria 2010-2011-2012, y pare usted de contar, hasta llegar a la muerte de Chávez y acontecimientos actuales; Venezuela siempre ha podido estar peor.
            Algunos expertos refieren que la economía nunca muere. Siempre existirá una chispa de oferta y demanda que avive el motor productivo y sea ceniza para la resurrección del ave fénix. ¿Estamos ahora sí cerca de esa última chispa? ¿Es la carta suicida de Maduro de acabar con los pocos inventarios que mantiene abastecidos al país la gota que derramó el vaso para iniciar un 2014 atestado de conflictos sociales?
            El gobierno ríe en sus aposentos porque se encuentra Habilitado para afincarse en las medidas que generan empatía en los sectores más desposeídos de la nación. Capaz marzo, puede que abril, lo cierto es que en el segundo semestre del próximo año no habrá nada que comprar. Las únicas inversiones que se moverán como pez en el agua son la de los buhoneros que andan de cola en cola amaneciendo para adquirir electrodomésticos. Iniciando 2014 en vez de ir a un supermercado o una tienda común y corriente, el negocio será en los tarantines: “vendo harina pan, harina de trigo, aceite, leche, mantequilla, también tengo aires acondicionados, televisores, neveras, cocinas”. Hacia allá vamos.
            ¿Quiénes compran en las colas de la borrachera del consumo? Los que aprovechan. Siempre hay miles de hombres y mujeres dispuestos a pasar dos o tres días en colas para hacerse con algunos productos que seguramente no son de primera necesidad. El ausentismo laboral tocó el 28%. ¿Es esa la gente que marcará la diferencia en las elecciones municipales y votará agradecida por el gobierno? No. La situación económica del pobre es una ola que se ha elevado un poco al comprar algo muy barato pero que rompe estrepitosamente al regresar a casa y encontrar los precios volando por las nubes en la bodega junto al pasaje del transporte público, la ropa y el Niño Jesús.
            Al país le ha hecho mucho daño la mafia del cemento, la cabilla, el aluminio, las autopartes y todo lo que se importa en los “bolipuertos” (nombre correctamente acuñado). Los únicos que festejan el banquete de desgracias que tiene Venezuela es el grupo de enchufados que sacan desesperados sus fortunas en dólares a otras latitudes porque saben que el juicio final les viene pronto.
El diputado 99 resultó ser, como estaba previsto, el TSJ. A nadie sorprendió, por eso el ilegítimo reina en el desierto con una popularidad mediocre y un gobierno que se le cae a pedazos. Sacan de la jugada a varios opositores claves, porque en esta cruzada suicida, el PSUV sabe que saldrá bastante golpeado. Como lo ha dicho Henrique Capriles y Leopoldo López: “luego del 8D vamos por ti Maduro, con la Constitución en la mano”.


Ángel Arellano
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lunes, 11 de noviembre de 2013

Déficit municipal


          Para los próximos comicios electorales la disputa es clara entre un modelo corrompido y otro esperanzador que se presenta alterno al desastre en este episodio de la gerencia pública municipal contemporánea.
            Las alcaldías, con muchas más responsabilidades que en 1989 cuando inició el mayor avance en descentralización del Poder Ejecutivo, están atestadas de problemas, calamidades y crisis por resolver. Los recursos son pocos y el alcance de la corrupción en el nivel municipal es exorbitante.
            En 2014 del total presupuestado por el Gobierno Nacional (Bs. 552.633millones), el 72% está asignado a la Presidencia de la República y ministerios (Bs. 396.628 millones), y un 19% a los estados y municipios (Bs. 106.798 millones). El consuelo es muy pero muy poco para alcaldes y gobernadores pues el Consejo Federal de Gobierno, que pudiera aliviar la carga en grandes obras de infraestructura (por lo general las más costosas) a través del Fondo de Compensación Interterritorial (FCI), sólo tiene asignado un 5% del presupuesto total de la nación (Bs. 29.090 millones).
            Se oscurece el panorama aún más porque es bastante probable que tengamos durante el próximo año una Contraloría General de la República caldeada y seguramente matraquera. En 2013 se le asignó a este órgano vital de la democracia Bs. 798 millones y para 2014 tendrá sólo Bs. 478 millones, con la bicoca de que su nómina creció 4%.
            El barril de petróleo venezolano promedia en el mercado internacional $103. Maduro lo presupuesta en $60 para manejar la diferencia de $43 en los fondos paralelos que a discreción de Miraflores financian la protección de la especie humana, la felicidad cubana y el gendarme bolivariano. De manera que ese montón de dólares tampoco entrarán a los otros niveles de gobierno.


            Establecido este cuadro vemos que el margen de maniobra de los próximos alcaldes para desarrollar sus gestiones está flanqueado por la falta de recursos. Con una inflación del 50% en lo que va de año, y un 2014 que no luce mejor pónganlo como lo pongan, la recaudación tributaria, que pudiera ser el oxígeno dentro del quirófano de los 335 municipios, va palo abajo. ¿Por qué? Responde a razones exclusivamente económicas, de comportamiento del mercado y de la sostenida desindustrialización del país.
            Por ejemplo, en el municipio Urbaneja del estado Anzoátegui, donde tuve la oportunidad de laborar durante un par de años, la recaudación de impuestos representa poco más del 80% de los recursos que nutren el presupuesto municipal. Es una localidad pequeña (12km2), sin embargo, posee un pujante comercio que la hace la capital económica del eje metropolitano anzoatiguense.
Entre 2011 y 2012 más de 760 contribuyentes cerraron sus puertas en Urbaneja por la crisis económica nacional, lo que representa un duro golpe para la administración local. No importa sean pequeños, medianos, grandes, gigantes o empresarios de maletín. Todo aporte que clausure sus actividades no sólo representa inactividad y posterior informalidad para el Estado en su conjunto, sino un duro golpe para la economía municipal que depende, luego de exponer la realidad del presupuesto 2014, de la recaudación.
Municipios rurales, pequeños y parroquias alejadas tendrán peores realidades porque su dependencia al situado constitucional y FCI es en muchos casos hasta de un 98%. También, vale dejar claro que en el caso de Anzoátegui, el déficit entre gastos e ingresos ha volcado la balanza a honrar compromisos salariales y corrientes, dejando a un lado la inversión en bienes y servicios.
Con esta disertación esperamos llamar a la reflexión a los candidatos de la democracia para que comprendan que ofertar grandes inversiones, obras de miles de toneladas de asfalto o cientos de metros cúbicos de cemento, puede traer consecuencias perturbadores. El éxito en la gerencia municipal de los próximos años pasará por un trote acompasado entre la política fiscal, los acuerdos con los contribuyentes y una nómina que no exceda las capacidades de pago. La tormenta aún ventea muy fuerte, y para transición, más que corazón, hace falta cabeza fría.



Ángel Arellano
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miércoles, 6 de noviembre de 2013

El legado de Chávez


           Inconsistente, incompleto, sin objetivos, metas, estrategias ni indicadores claros. Mucho balbuceo y poco resultado. Así es el Presupuesto Nacional 2014 propuesto por el incompetente Presidente.
            El ejercicio fiscal actual, bajo la entera responsabilidad de Maduro, fue estimado en Bs. 396.408 millones y al corte del 06 de noviembre el gasto va por Bs. 625.554 millones. Una pequeña brecha de aproximadamente 57,8% que no fue calculada ratificando así la incapacidad del régimen a la hora de llevar incluso su Plan de la Patria.
Vale agregar que la AN aprobó al ejecutivo de un solo plumazo Bs. 65 mil millones en un crédito adicional, lo que representa 16,4% del presupuesto total anual: cifra record en la historia venezolana para la modificación de la vilipendiada Ley de Presupuesto.
Para 2014 Miraflores plantea Bs. 552.633 millones, 11% menos de lo que llevamos en la cuenta del año que cursa. No hay que ser un erudito en los números para avizorar el inclemente déficit en las finanzas públicas que significará este instrumento que impulsa Maduro ante un país que vive las penurias de una inflación monstruosa y severos problemas que hostilizan el clima social.
Entre tantas calamidades, los enchufados direccionan un importante número de recursos económicos no para luchar contra la delincuencia ni abastecer los supermercados, sino para discutir el muy polémico “Legado de Chávez”. Desconozco si con este eslogan buscan hacerle mayor publicidad al muy oportuno libro del economista José Guerra que sintetiza la catastrófica gestión de Hugo Chávez en sus 14 años de periplos y mareas, o quizás representa un ahogado intento para atraer a las socavadas y divididas bases del PSUV en función de discutir algunos papeles viejos.
¿Qué ha sido para el chavismo sin Chávez el legado del difunto? ¿Cómo se resume en términos cuantitativos y cualitativos la gestión de gobierno si nos basamos en el legado del comandante eterno? Ante estas incógnitas, más innecesarias que objetivas, quiero recomendar el gran trabajo emprendido por Transparencia Venezuela (www.transparencia.org.ve) en mostrar las inconsistencias del gobierno rojo. También el libro Estado Delincuente (2013) de Carlos Tablante y Manuel Tarré, tiene un sin números de aportes contra un flagelo que ni Chávez ni el hombre de los pajaritos ha atendido: la delincuencia organizada.
El Legado de Chávez es que en 2014 el Estado invierta menos en educación integral que en 2012 y en educación universitaria menos que en 2013. Que la universidad más competente ocupe el puesto 400 del ranking mundial por la carencia de presupuesto. Que se produzcan sólo 13 libros por cada 100mil habitantes mientras que en Uruguay con algo más de 3 millones de personas producen 56. Que la deuda internacional venezolana sea heredada por las próximas tres generaciones. Que el modelo curricular de las escuelas, liceos y universidades esté 25 años desactualizado con respecto al mundo. Que la conexión de internet en todo el país sea la más lenta de América del Sur y las instituciones internacionales ubiquen a Venezuela como la nación más corrupta del continente. Que se gaste solo Bs. 4 millones a la lucha contra la delincuencia organizada y la última estafa conocida del Fondo Chino fue de $85 millones.
Heredamos de Chávez las cifras rojas en homicidios, armas ilegales, secuestros y motines en las mismas cárceles de hace 40 años. Este cuadro se amplía con los partidarios de Cabello y Maduro, quienes han trabajado día y noche para que el país se siga hundiendo contra viento y marea. Empero, tanta tormenta pasa en cualquier instante a un momento de sol. Todos los panoramas apuntan a que no habrá maroma que impida al PSUV tener un final terrible el 8 de diciembre. Violencia, inseguridad, apagones, escasez, inflación, son parte de ese termómetro electoral que arrasará capitales y ciudades importantes.
El legado de Chávez es en términos generales muy negativo. En vez de sembrar el petróleo como decía Don Arturo Uslar, se sembró fue el odio entre hermanos. Toda acción genera una reacción, y para muestra 300 protestas mensuales se promedian en Venezuela.



Ángel Arellano
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lunes, 28 de octubre de 2013

La desaparición de lo público




          El civismo perdido. Un extravío de cuantioso valor para la identidad nacional sin comparación alguna. La gran derrota de esta sociedad ha sido la entrega de sus valores civiles a una camaradería de mafiosos que a costillas de un libreto mal leído sobre unos supuestos valores “revolucionarios” y “bolivarianos”, desampararon al pueblo y se hicieron con el botín de las arcas patrias para financiar su nueva clase: la boliburguesía.
          En un enriquecido debate en el aula con compañeros de clase, sale de un chispazo esta frase: “lo público desapareció en Venezuela”. La sentida falta de espacios para el compartir entre todos transpira entre minutos de melancolía dedicados al recuerdo de lo que teníamos como país.
El que trabajaba tenía oportunidad, y el flojo, flojo se quedaba. Existió una Venezuela exportadora y productiva. Hubo una idea del progreso, sobre todo de la vida en sociedad, la vida pública.
Hoy nuestros compatriotas gastan los pocos ahorros que la veloz inflación les permite mantener en sus cuentas bancarias para adquirir algunos bienes que ayuden a hacer todo en casa. Comida cuando se consiguen productos para hacer completo el mercado, la caña para la casa, las cotufas para ver películas desde el sofá, la torta de cumpleaños no sale a la calle, y miles de etcéteras.
El socialismo fue una promesa absurda porque hoy la sociedad valora lo privado, lo que es de ellos, no las plazas, calles, monumentos, parques, universidades, jardines, canchas, gimnasios.
Extraviada quedó la cultura ciudadana para dar paso a la hostilidad entre hermanos, guerra en la calle. Es el mejor legado de esta “revolución”. Hasta el motorizado que se atraviesa olvidó el “disculpas” para incorporar un insulto sin razón. Desapareció de nuestro ideario el respeto al otro.
El privilegio que ha tenido estos últimos 15 años la mitificación de la labor militar de los líderes del proceso independentista venezolano, así como la reivindicación de los intentos de golpes de Estado en la década de los noventas por cortesía de este chapapote de gobierno, enviaron al foso de la valoración cultural a nuestros cimientos civiles y democráticos.
Bolívar, rey y padre de todo lo sagrado en la República, es el santo cuya luz de velas esconde la labor de tantos ciudadanos y próceres que lograron darle orden a la idea de sociedad que quisimos desarrollar para el futuro. Es así como lo militar y violento tiene privilegios. Y por ende, tanto tiempo después, con una administración dedicada a publicitar el gendarme como mejor opción, se desfiguró esta concepción hasta lograr la desaparición de lo público.
Somos, pues, un país en el que tiene mayor aceptación un carrito de perros calientes que una plaza pública, o un remate de caballos que un jardín para todos los ciudadanos.
A todo esto agreguemos el factor miedo. Miedo emanado de la violencia. Sale mejor llegar a casa temprano directo a dormir que ir al teatro o al parque (sólo en la capital, en el interior sencillamente no los hay) porque en la vía han muerto cientos a manos del hampa. Todo concatenado en un genuino atentado contra los valores que pudieran quedar insertos en la mente de las generaciones actuales, porque las nuevas, en las que crecerán los hijos de los que lucharon contra “la boliburguesía” y los hijos de los boliburgueses, no pinta mayor diferencia si no irrumpe un drástico cambio pronto.
De lo contrario, sigamos olvidando.



Ángel Arellano
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lunes, 21 de octubre de 2013

Quiniela del 8D



Hipnosis del gobierno, encantamiento de serpientes. Diosdado ha dado cátedras al teatro nacional de cómo hacerse pasar por un buen súbdito, pero ni en la televisión pinta todo tan ordenado, mucho menos cohesionado. El PSUV tiene una hemorragia de candidatos que ni con ametralladora ha podido acuartelar.
            La crisis económica es lo primero que Maduro ha mencionado en sus últimas 9 alocuciones. Se nota que lo trastorna, el poco sueño unido a la conspiración interna y la falta de soluciones con el tema de las divisas hicieron “crash” hace rato. La quiniela del gobierno para las municipales está sustentada en alcaldías rurales y en algunas capitales de estados cuyo poderío está sustentado en la nómina pública y las pocas ayudas sociales.
            En Venezuela se presentará un cierto dilema iniciando diciembre. Los rojos por primera vez van a unas elecciones tan desarticulados que la Oposición luce como Goliat. No hay rincón de este país donde el Cabellismo, Militarismo y Madurismo se muestre homogéneo. Las corrientes disidentes tienen militantes con matices de izquierda y derecha, dejando en el poder un centro-burocrático, que son aquellos funcionarios que por razones de quince y último se mantienen aliados al ilegítimo Presidente.

Ahora bien, no es que la quiniela de la MUD sea la que aplastará en todas las regiones de Venezuela, pero si nos amparamos en la percepción buena/mala, la MUD luce más “buena” que el chavismo sin Chávez. Al igual que en septiembre de 2010 donde muchos factores ajenos a la elección se enfilaron en función de quitar la mayoría electoral a los rojos, 2013 es escenario propicio para repetir la experiencia.
La oposición, cual caballo de Troya, está repleta de voceros que pregonan las 24 horas del día los síntomas de agotamiento y caducidad del actual régimen. Inflación acumulada en alimentos del 70%, inflación general anual por encima del 45% (y subiendo), el innombrable paralelo que pisó hace rato los 48 Bs. y el desabastecimiento del 21% dejó al gobierno sin trinchera distinta a los medios de comunicación temerarios de Conatel que cada día pierden sintonía a granel.
El eslogan de la MUD, QueNadaTeDetenga, ubica la batalla electoral en un campo de todo/nada. Ha impreso, por lo leído a distintos analistas de la comunicación y especialistas en el área, un empuje para contrarrestar la poca presencia en televisión. Las giras de dirigentes nacionales, contacto directo de los candidatos a alcaldes y articulación de un “Equipo MUD” suma un valor a esta campaña, que así como en el pasado 14 de abril, protagonizó el sentimiento unitario de un grupo de personas, con una causa común y un fin trazado que atiende un objetivo donde además la gente se siente parte porque en definitiva es la promesa de la solución general a los problemas nacionales.
Unido a este cuadro, el cambio de imagen del gobierno y sus cuadros municipales materializado en modificación de música, concepto, diseño gráfico, eslogan y vestimenta ha desordenado el mensaje que quiere los adeptos perciban. A estas alturas del partido se hace titánico captar nuevos votantes para la causa del PSUV por algo tan simple como que las gestiones locales han sido un desastre. En este renglón del Estado la gente no ha sido tomada en cuenta y el abuso de poder ha signado los últimos años el trabajo de alcaldes, concejales y funcionarios rojos.
¿Sabes usted cuántos Edgardo Parra andan sueltos en sus sillas de súper alcaldes omnipotentes e impunes? Difícil dejarla pasar.



Ángel Arellano
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lunes, 16 de septiembre de 2013

Cuatro años del gas cloro


Iniciando la calurosa tarde del viernes 10 de mayo del corriente, el juez Francisco Cabrera, máximo en el Tribunal III de Juicio de Anzoátegui, sentencia el caso de la tragedia del gas cloro en Clarines. Ha sido un hecho que estremeció a Venezuela el 16 de septiembre de 2009. Tres años y ocho meses después, la justicia venezolana aterriza en la pista del infortunio. Aún las víctimas no han visto cerrar sus heridas.
Responsabilidad penal y administrativa. La sentencia fue de 10 años, 1 mes y 7 días; así como 2615 Unidades Tributarias. Con esta factura se pretende hacer justicia, resarcir el dolor y concluir este episodio. Poder Judicial y Ejecutivo lavan sus manos e imputan al señor Iván Espina, conductor del camión que trasladaba esa noche trágica 17 cilindros de 500kg de gas cloro, manteniéndolo en la Policía Municipal de Peñalver. No hay otro sitio de reclusión porque las cárceles están abarrotadas.
Iván Espina fue el chofer, pero las empresas quedaron liberadas de lamentos y culpas. Contra el paredón quedó el jinete, más no el dueño de la hacienda ni quien arreaba el rebaño. Hubo otro camión, la colisión fue compartida. Una gandola excedida en su carga de láminas de acero de dos pulgadas rasgó los cilindros de gas cloro. Al volante iba Ricardo Jesús Romero. Se encuentra en libertad, absuelto de toda investigación. Del castigo divino no se salvará, pero del de estos ramplones usureros de la justicia sí.
1460 días antes de este texto, 14 ciudadanos venezolanos fallecían en Clarines. Unos ipso facto, otros horas después. La neblina tóxica que cayó sobre la capital del municipio Bruzual se llevó la vida de inocentes que vieron cesar su respiración hasta la última bocanada de aire en este planeta. Otras 86 personas suspiran entre lamentos su precaria situación de salud y los continuos chequeos médicos, pues las secuelas de un gas tan venenoso, no perdona ni olvida hacer daño en los órganos más importantes.
Tiempo después, como es costumbre en esta fecha, denunciamos el patético estado del sistema de salud en el oeste de la región anzoatiguense, el olvido a las guillotinas hechas carreteras y el escaso cumplimiento de las normas de tránsito en el país con más alcabalas corruptas y puntos de control inoperantes por kilómetro cuadrado del mundo.

El Hospital Tipo 1 de Clarines, orgullosamente llamado “Dr. Antonio José Rondón Lugo” en honor a un ilustrado médico patrimonio viviente de la localidad, da vergüenza, estupor. Monumento a la desidia. Es el único centro asistencial del municipio más extenso del lado izquierdo de nuestro estado y se cae a pedazos.
Una buena amiga con unos cuantos años de servicio en Saludanz me narraba su experiencia en recientes giras por Anzoátegui visitando ambulatorios rurales y urbanos: “No hay gasas, algodón ni jeringas. Olvídate de las medicinas fundamentales. El paciente debe comprar todo y en la gran mayoría se atiende a la gente en el piso, mesas o camas dañadas porque camillas tampoco hay”.
La justicia seguirá tardando. Cuatro años después quienes vivimos esa dolorosa experiencia no hemos resarcido la histórica deuda de ser también protagonistas en la ejecución de las reivindicaciones exigidas por ese pueblo que aclama cambios en salud, vialidad y seguridad: un solo detenido no es justicia. Muchos cabos sueltos y lágrimas sin secar. Clarines adolece salir sólo en la primera página de los diarios por sus acontecimientos más dolorosos.

Por ahora la maña se interpuso. Desde el primer momento en el trabajo periodístico de hacer seguimiento detallado al devenir de este hecho, nos hemos mantenido inconformes. Saldaremos las cuentas a las nuevas facturas, hay mucha trocha futura que caminar.
Texto en memoria de Manuel Chávez Ayala, Weiber Castellano, Aura Arismendi de Macías, María Esther Martínez, Elis Rafael Canelón, Freddy Ramón Sojo, José Daniel Ávila, Freddy José Morales, José Plascencia, Armando José Medina, Ronald Piñango Méndez, Miguel Ángel Sotillo, Iberay Villalobos y doña Justa de Achique.


Ángel Arellano
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martes, 10 de septiembre de 2013

Patria sin luz no existe



          Sin más que lágrimas y lamentos, el hermano de una treintañera asesinada en Puerto La Cruz grita “La Patria segura no existe, lo que existe es la muerte segura”. Su familiar, vendedora de perros calientes como muchas en todo el país, falleció en medio de una balacera protagonizada por bandas en el sector Chuparín Arriba.
Esta zona días atrás protestaba la falta de servicios públicos elementales y la escasa sanidad de sus calles. Torres de basura tienen hediondo el lugar, y aunque los vecinos han organizado sus operativos de limpieza para ampararse de las enfermedades que proliferan con los desechos regados por doquier, el aseo no ha dicho presente en las últimas cuatro semanas.
Agreguemos algo que es común, tan común que ya causa ruido repetirlo, pero nuestro trabajo como redactor no sólo debe ser el de la catarsis literaria, sino acompañar a las masas en sus dolores y penurias: muchas vías de Chuparín Arriba están apagadas, entregadas a la oscuridad. Los bancos de transformadores rechinan solicitando cambio o mantenimiento. Y los que no suenan, simplemente ya no dan más luz dejando desde hace tiempo a merced del hampa desbordada cual cauce sin represa, a la inocente ciudadanía que ya no soporta los nervios de vivir en esta sanguinaria realidad.
            La falta de alumbrado es en estos momentos el apoyo número uno que recibe la delincuencia a nivel nacional. Pareciera que todas las empresas públicas e instituciones del gobierno firmaron hace ya casi 15 años un pacto con el diablo para poner a Venezuela en el paredón de los fusilados.
            Muere nuestra población civil a manos de los sinvergüenzas mejor armados que cualquier guardia. Por ahí se publicó un video de una cuerda de Policías Nacionales malandros gastando balas en juegos de carajitos. Son esos mismos casquillos los que no se usan para defender gente como la perro calientera de Chuparín que pereció a causa de las organizaciones delictivas que dominan Puerto La Cruz y de los cuerpos de “inseguridad” rendidos a pies juntillas a las directrices de los pranes más bestias y enfermos.
            No será sorpresa que este pueblo estalle en llamas agotado de sus desgracias. El índice de conflictividad venezolano, medido por la cantidad de protestas, denuncias y reclamos de la sociedad para con sus autoridades, estalla en niveles alarmantes nunca antes vistos. La comunidad internacional exhibe a la República como la protagonista de la mayor inflación en el planeta.
            ¡Ni en Siria la cosa está más cara que aquí, echémosle bolas! Pero no falta un ministro o dirigente chavista que salga con un dossier de respuestas rebuscadas al mejor estilo de Jesse Chacón, al que se le apagaron 14 estados durante casi medio día aunque “la situación del servicio eléctrico está normalizada”.
            Maduro y su nerviosismo medido por las muletillas y trastadas al hablar. No controla ni el mensajero que lleva los periódicos a Miraflores. Por eso estamos como estamos, gente incapaz que no comprende ni atiende las gigantescas calamidades nacionales.
            La Carretera de la Costa se incendió en protesta hace pocos días. Gente alarmada por la creciente inseguridad en la zona oeste de Anzoátegui, donde no los ampara nadie y ni a las buenas de Dios ya se sienten porque son venezolanos que hasta la fe perdieron a punta de pistola.
            La Patria segura en tiempos del chavismo siempre ha sido un mito. El gobierno le teme a la rabia canalizada a través de votos, y hacia allá va la cosa. Por nuestros muertos, por nuestros servicios públicos fundamentales y por la papa que no llega a la mesa amén de esos precios exorbitantes. Unidad.



Ángel Arellano
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martes, 3 de septiembre de 2013

Guyaneses avispados



“Nulo e írrito”, así catalogó en 1899 el corto gobierno de Ignacio Andrade (25 Presidente de los Estados Unidos de Venezuela) la sentencia de un tribunal arbitral reunido en París para modificar los límites venezolanos hasta entonces establecidos por la Capitanía General de Venezuela al momento de la independencia en 1810, y luego reivindicados por Simón Bolívar en Angostura.
Venezuela defendía, porque es obvio que hoy el “mientras tanto” no lo está haciendo, su terreno hasta el Rio Esequibo, y fue ese Laudo Arbitral de París, que entregando a la antigua colonia británica de Guyana un territorio de 159 mil km2 al oeste del caudaloso afluente, lo que devino en un conflicto entre ambas regiones.
Duele mucho al chavismo, pero es en el puntofijismo donde se logran grandes avances en la protesta de esa rica zona. Miles de diligencias encabezadas por el propio Rómulo Betancourt y luego por Raúl Leoni, cristalizaron el Acuerdo de Ginebra el 17 de febrero de 1966 donde se obtuvo el reconocimiento por parte de Gran Bretaña de la problemática territorial con Venezuela como consecuencia del carácter “nulo e írrito” que tenía la repartición en París.
En adelante, los devenires diplomáticos se mantuvieron con sus altos y bajos, siempre respondiendo al indiscutible sentimiento de soberanía y reconocimiento histórico de un territorio que está siendo explotado por otros que no aportan un centavo al tesoro nacional, y mucho menos al cuidado de la fauna, flora y espacio marítimo que representa ese “lomito” del Esequibo.
Venezuela ha buscado, por todas las vías, restituir sus límites originales. Sin caer, sería craso error, en un conflicto bélico que en ningún momento tendrá cabida ni aceptación en América del Sur.
Pero Guyana, siempre al pendiente de cualquier vigilante criollo dormido, ha aprovechado la falta de gestión del actual desastre en Miraflores para hacerse con un gigantesco espacio marítimo entregando concesiones al imperio mismo.
Ya el difunto Chávez había sostenido que las cuestiones con Guyana se iban a mantener al margen de la controversia por la “Zona en Reclamación” y que nos apegaríamos a lo que designara la ONU. Todo esto en el marco de sumar adeptos en el proyecto de Petrocaribe, Unasur, y algunos votos en la OEA y ONU. Por encima de la dignidad del pueblo venezolano, y de la soberanía territorial históricamente defendida por un verdadero gigante como Simón Bolívar, el chavismo lo que nos adjudicó fue pérdida.
Sepa usted que el oficialismo nunca estuvo cohesionado en función de estas decisiones, pues el disparate es tal que hasta la foca que más aplaude, salió aturdido por la carencia de asidero en esta locura que efectuó Chávez.
En cualquier mapa americano el lector podrá ver la línea marítima venezolana, donde debería haber patrullaje constante de las FAN, la línea divisora del Esequibo y la línea de Guyana. Pues Guyana entregó cuantiosas concesiones a Exxon (EEUU), CGX (Canadá) y Shell (Holanda) para la explotación de tres segmentos de miles de kilómetros cuadrados y donde no tenemos un centímetro de participación ni beneficio: bloque Pomeroon, bloque Stabroek y bloque Roraima.
Estas parcelas marítimas en la fachada atlántica de Venezuela, justo en frente del Delta Amacuro, nos cercenan miles de kilómetros cuadrados ricos en petróleo, gas y fauna marítima. Descuartiza la salida venezolana al Atlántico.
Lo peor: Nicolás viaja a Georgetown para “incrementar las relaciones bilaterales entre ambos países” reseñó el Guyana Chronicle. Da un discurso, y no menciona media palabra sobre el tema. Mayor entrega de nuestra riqueza. Como información complementaria podemos agregar que Guyana tiene un crecimiento económico destacado y una inflación anual promedio en 3%. Vaya diferencia con nuestra desangrada y torpe economía.
¿Y quién se encarga de representar a Venezuela ante semejante tragedia geográfica? Roy Chaderton. Embajador en la OEA, representante ante las negociaciones de las FARC con el gobierno colombiano, diputado al Parlatino, miembro del Consejo de Estado y actual oficiante de nuestra demanda por el territorio que pertenece a todos y cada uno de los venezolanos.
Seguimos haciendo el ridículo.


Ángel Arellano
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martes, 27 de agosto de 2013

Algo huele mal en Anzoátegui (II)



           El debate como siempre trae sus argumentos buenos y malos, positivos y negativos, afines y opuestos. Pero es sano. Tan sano que presta su espacio para que afloren situaciones no antes vistas por ambos sectores. Y es que si algo se perdió en este país gracias a la Revolución Bonita, fue el respeto por ese debate constructivo que permite avanzar.
            Hoy el PSUV muestra un déficit de conversación, diálogo, entendimiento. Hace tiempo que dejaron de escuchar a su gente. La nómina sólo es usada para hacer bulto y beneficiarse de las dádivas que dejan los peces gordos. Pero el resto, la base pobre que sostiene (o sostenía) la cada vez más disminuida votación chavista, sigue llevando palo.
            En el plano regional, 21 equipos municipales del partido de gobierno echan candela. No hay un hueco de Anzoátegui donde el PSUV no se haya presentado dividido. Descontento, mucho descontento. Sobra quien objete y critique las candidaturas a concejales y alcaldes que presentaron. Ahora el enemigo electoral no es exclusividad de la MUD. La oposición interna, vestida de rojo, ha puesto a correr a más de uno.
            Entre alcaldes que no van para el baile de reelección y concejales que salieron como corcho de botella, se pasean las consignas desmotivadoras que no lubricarán esa gigantesca maquinaria que a billete limpio y bajo la sombra de Chávez, cristalizó la victoria de los rojos en diciembre pasado.
            Nelson Moreno, en recientes declaraciones, reivindicó cada uno de los nombres que el PSUV inscribió en el estado. Dijo que no hay nada que revisar. La nueva voz cantante ante los temores de la enfermedad que padece el gobernador.
Queda ese hervidero de reconcomios vivito. Magglio Ordoñez es uno de esos personajes que se estrena en la política nada más y nada menos que en la alfombra de Puerto La Cruz, una ciudad donde el chavismo luce bastante tosco y falto de orden.
            Así nos vamos paseando por la geografía de nuestro estado. Vamos por la costa hasta llegar al oeste y observamos personajes dignos de un portarretrato. El actual y fugitivo alcalde de Puerto Píritu, Axel Rodríguez, acorralado por la Comisión de Contraloría de la AN, no apoya al nuevo candidato Psuvista. Inventó mejor darle la mano a un dirigente sindical que se lanzó al agua en Peñalver.
            En Bruzual, el pésimo alcalde embadurnado en quejas, desastres y una gestión nefasta, optó por respaldar oficialmente a un individuo sumamente desconocido y cuyo logro más posicionado es la división del PSUV. El Tigre vive un lamentable fraccionamiento de sus bases con un gerente de Pdvsa de nombre Jesús Figuera. Anaco persiste una sostenida protesta por el descalabro de “Frasso”, y en Pariaguán repite en su postulación Tomás Bello al igual que Rita Jiménez en Píritu.
            Es de entrever que la masa no está para bollo y que el chavismo es una ola bien revuelta. En la talanquera el contador se averió de tanta saltadera. De tanto aspirar la mayoría se quedó con los crespos hechos. Para nada tanto consejo comunal, comuna, comité de base, unidades de batalla y cuanta nomenclatura ridícula se haya inventado estos últimos años.
Lo cierto es que el chavismo no cuaja, desentona. Y al igual que su circunstancial líder en Miraflores, está tan vulnerable, que cualquier brisita les puede arrancar un buen lote de alcaldías.

Ángel Arellano
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martes, 20 de agosto de 2013

Algo huele mal en Anzoátegui


          A continuación hablaremos de rumores que vibran duro por doquier. Supuestos. Chismes de carretilla y pasillo. Es lo que anda rodando en boca de todo mundo pero nadie ha dedicado un segundo en explicar, y mucho menos en desmentir.
            Que la verdad siempre nos haga libres. Por eso aclaro. Son conjeturas, interpretaciones.
            Lo que sí tiene mayor asidero histórico en este texto es su título. Una paráfrasis del sonado eslogan de campaña que usó Ovidio Alejandro González en las elecciones municipales de 2008 en Lechería. “Algo huele mal” refiere a un punto no despejado, turbio. Representó en aquel momento una situación bastante negativa para la oposición y hoy puede que se reivindique para el delicado clima en el gobierno regional.
            Ya no es secreto. Todos lo dicen, todos lo comentan. Cada quien manosea la información según lo escuchado pero no hay mayor precisión oficial sobre ello: el gobernador del estado Anzoátegui, Aristóbulo Istúriz, adolece de un lamentable estado de salud, lo que pudiera obligarlo a retirarse temporal o permanentemente del cargo.
            Este dato no llena de alegría a nadie. De ser así, vaya nuestra solidaridad (sería anticristiano pregonar lo contrario) para un mandatario muy particular. Pues al no ser oriundo ni característico de la tierra que gobierna, ganó un proceso electoral en el que la oposición estaba cabizbaja y el CNE cortó rabo y oreja.
            Si Istúriz atendiendo el llamado de su enfermedad abandona la silla de Los Jardines, el flamante presidente del Consejo Legislativo del Estado Anzoátegui, Nelson Moreno, ex alcalde de Puerto La Cruz, quedaría hecho en el puesto. Mientras Aristóbulo se recupera, o hasta unas nuevas elecciones.
            Vale integrar en esta narración que el secretario general del gobierno de Anzoátegui, Guillermo Martínez, es el candidato del PSUV para la alcaldía de Barcelona. Por tanto, tendría Moreno cancha abierta para gobernar ese breve tiempo. Cuando el gato se va, los ratones hacen fiesta. Y en este país no falta saber que siempre sale alguien con iniciativa a la calle, la historia pudiera cambiar.
            “Eficiencia mayor”: sencillamente una gestión en Anzoátegui que arrancó con grandes expectativas de recuperación vial, ejecutando enormes asfaltados en la zona norte y otras latitudes de la región, pero que poco a poco ha perdido conexión con la población por su rasgo de visitante. Luce desencajada, carente de brillo. Promete y no concreta.
            En blanco y negro para el común denominador: ¿un gobernador de Anzoátegui que no vaya a los juegos de Caribes, Marinos o el Deportivo? ¡Qué va!
            Este vals ya se estaría bailando bajo cuerda en la MUD pues ante cualquier movimiento del pitcher, la oposición tiene que estar preparada para robar una base. Pero, ¿cuál sería ese líder regional que aglomeraría a todos los sectores opuestos al chavismo para ganar el estado? ¿Hay un cuadro político importante más allá de los actuales candidatos a alcaldes y concejales? ¿Cómo está ese panorama?

            Mientras, desde la lomita de Puerto La Cruz, el ex mandatario Tarek William Saab logró coronar a uno de los suyos, el pelotero e importante contratista Magglio Ordoñez. Sería, por lo que se olfatea en portales pro gobierno como aporrea.org, un espacio para oxigenar a Tarek y dejarlo válido ante cualquier carrera precipitada hacia la gobernación.
Digamos que le llegó su momento, así como a Nelson Moreno. Quien luego de ser alcalde de Puerto La Cruz, montó en el despacho a un “doctor” que ejecutó una penosa y sombría gestión: Stalin Fuentes. ¿Quién era Nelson Moreno hace unos años? Nadie, polvo cósmico. Ahora luce como presidente del CLEA, declara quien va y quien no en la terna del PSUV para el 8D, y de ser tan grave lo de Istúriz, correría como posible remplazo.
¿Quién era Tarek en enero o febrero? Alguien a quien quisieron desaparecer. Y ahí está, le tocará bien difícil contra Marcos Figueroa. Pero está.
Reiteramos que todas son conjeturas, bastante ventiladas. Precisemos de cerca cómo se encuadra el juego político, pues no hay dudas de que algo huele mal en Anzoátegui.



Ángel Arellano
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